Publi Nota Editorial

Entreabre la puerta hoy en el diario Clarín van der Kooy a una noche en "la Rosada".

Grafica los entretelones de la administración K a minutos del cierre de presentación de listas de aspirantes a cargos legislativos en las eleccciones de Octubre que el diario en el que trabaja publica aparte como principal información de su edición de la fecha.

En su relato, el editorialista, resalta el contraste de escena entre el hábitat en donde entrevista a la "senadora-primera dama-candidata" respecto al de su marido, el presidente, desnudando, en apenas una frase, el núcleo de la actual política económica del gobierno cuando, el propio Kirchner, sentado sobre la caja del "fuerte superávit"se siente habilitado a pretender subsidiar hasta "el precio de la papa" para que el "irreal 1,40 $ el kilo afirmado por la oficialista medición de la inflación" se haga realidad.

En tanto sus lugartenientes, en otros despachos, chapotean el barro de las negociaciones finales del armado electoral.

Entrevistar mano a mano a cualquiera de los integrantres del matrimonio Kirchner es una "experiencia atípica" e "inusual" si uno es: 1) argentino 2) periodista.

Sin embargo, en 15 días, ya Morales Solá (La Nación)tuvo su aparte con Cristina y ahora, para reflejarlo en su colomna de hoy, Eduardo van der Kooy.

"Cristina Fernández está a pocos metros de ese mundo trastornado por los nervios y la ansiedad. Pero parece estar en otro mundo. No vuela ni una mosca en su oficina rectangular y de un orden impecable. No la interrumpe nadie, salvo el mozo que sirve agua y café. No se asoma Kirchner ni participa del diálogo Alberto Fernández. Son hábitos diferentes" nos cuenta subido en la teoría "del cambio de estilo" que tanto trata de imponer como lema la campaña oficial en uno de sus párrafos iniciales.

Y así aparecen definiciones-slogans que cargan la columna:

"No esperen ninguna política de shock ni sacudones".

"A la oposición no le temo, la respeto".

"No figura en mis planes la derrota"

"Las tarifas se están actualizando. Y así seguirá siendo si soy presidenta".

"No se debe volver a un Estado de gestión. Ya sabemos lo que pasa"

La muestra van der Kooy a Cristina "abierta" a un empresariado y "conocedora del mundo sindical".

Conciente de que el éxito de la gestión de su marido (...Ensalza la tarea de Kirchner y cuando lo hace sus ojos parecen destilar cierta admiración.) la hizo candidata no dice ni admite que también lo es , precisamente, porque su marido es el presidente.

Si vos esperás encontrar en la nota de Clarín la posibilidad de enterarte que piensa la aspirante presidencial de los temas sensibles que podrían afectar en algo lo que, casi todos definen, como un "desfile de continuidad en el gobierno" solo podrás leer que sobre eso que "Cristina pide no opinar" y que está "disgustada con todos y contra todos" admitiendo que el "gobierno terminó apartándose del conflicto" sufriendo "algunas quemaduras" al referirse a la candente situación creada por la elección cordobesa.

¿El caso Skanska?
¿Las investigaciones que han derivado en renuncias apresuradas de funcionarios de segunda línea por serias dudas de sobreprecios en la fastuosa obra pública?
¿La opinión sobre de Vido o sobre ambos Fernández?
¿La bolsa de Miceli?
¿La valija de Antonini?

Poco. Muy poco. Casi nada.

Sus referencias al periodismo mechan con tenacidad la conversación. Son referencias críticas, aunque no todas, dice van der Kooy.
Se detiene en una por la cual trasunta bronca y dolor: la forma en que los medios contaron el largo conflicto en Santa Cruz.

Y nótese, finalmente, como en una frase "dolida o sentida" se muestra a pleno "la protagonista del cambio": No está "dolida" por lo que pasa en su tierra. Está con "bronca" por cómo los "medios" contaron lo que pasa en Santa Cruz.

Sin embargo, todo es posible.

Si el argentino medio logró ver a un presidente durante diez años "alto, eficiente y de ojos azules" porque no podrá percibir el "cambio" que propone al oficialismo montado, entre otras cosas en "maquillajes de la realidad" que publican los diarios, por ejemplo, los domingos.