Ojalá tras los barrotes, en una cárcel común hasta que se muera, tenga pesadillas eternas con cada cara, cada mirada y cada gesto de los que mató, torturó, violó y desapareció.
Ni olvido, ni perdón.
Una bocanada de aire fresco
Publicado por mecano59 en 7/24/2008 05:20:00 p. m.
Etiquetas: condena, Mario Benjamin Menendez, Perpetua
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