Vivos muertos Vivos

En Octubre la Argentina del “voto cuota” volverá a imponerse.
Y se impondrá aunque pasada una semana, o dos meses, o un año esa gran mayoría de votantes que eligió se desgañite diciendo, como ya lo ha dicho, “no la voté”.

La Argentina “cortoplacista” y “ombliguista” se impondrá cómodamente en octubre.

Los nombres propios que elige, siempre, son circunstanciales y pueden representar cosas opuestas, iguales, extraplanetarias.

No hace falta, siquiera, un análisis sociológico ni la lectura de una plataforma electoral sino datos sueltos, chiquitos: en nuestro país la venta de computadoras aumentó un 80 por ciento, la de electrodomésticos un 30 por ciento, la venta de lavarropas un 60 por ciento, los frezeer 51 por ciento.
La gente está reventando sus tarjetas de crédito. Llenándolas de cuotas.
Esos datos, esa conducta es la mejor de las encuestas.

En octubre gana el “Voto cuota”, el “voto pc”, el “voto limpio”, como lo quiera llamar.

El argentino medio puede vociferar en un café o en un bondi pero no le calienta “la institucionalidad”.
No le preocupa la pobreza que no ve y le escapa, si puede, a esa pobreza con la que convive aunque con un aperitivo de por medio se indigne.
No le jode en nada el nepotismo aunque invente un chiste por hora sobre el tema.
No le hace explotar las tripas que el político de turno haga suya la cosa pública y maneje como propia la guita, los bienes, los aviones, las provincias, las municipalidades y les pretenda dar lecciones de moral desde atriles o interminables giras de campañas cuatrianuales.
Es conciente que el gobierno le dibuja hasta la inflación, que el gobierno sabe que la gente sabe y lo cuentan hasta los propios encuestadores favoritos del poder….y no afecta siquiera reconocerlo, porque también saben, presienten, que en épocas de vaquitas engordadas no le “entran balas a la cociencia”.

Sintéticamente: al argentino medio, ese que vota, el que elige, el que finalmente decide, si no le tocás directamente el culo no le importa más que precisamente eso: su culo. Entonces lo va a cuidar. Que no te queden dudas.

Y no tengo idea que significa esto. Ni adonde nos lleva. O si puede variar.
Es profundo, complicado. Se puede analizar. Pero sabés que…

Algo más elementar te quiero decir.

Civilización y Barbarie estuvo en Chaco. Y no escribió después del viaje nada que, en realidad, no sepamos, presintamos, o supongamos en el momento en que dejamos de hacernos los boludos.

Pero igual (te recomiendo que tengas el estómago vacío) leélo desde acá y si te queda algún resto completá leyendo a Giardinelli que compartió el viaje desde acá.

¿Lo hiciste?

No te descompone que todos sepan lo que Cristina Civale estando horas en el Chaco vió y después escribió y la cosa siga cada vez peor.
No te hace doler la panza lo que cuenta que vió Giardinelli acompañando a Cristina y sea leído como las pesadillas que pronto hay que dejar pasar porque pasan otras cosas.

No te enfurece que el argentino de esta foto tenga 56 años y esté vivo, pero muerto.


Que la mujer de esta otra foto tenga 42 años y también esté viva, pero muerta


Que estos chicos que se ríen no lleguen a cumplir 43 años, 56 años.


Estamos viendo humanos argentinos, muertos-vivos. Y acá nomás donde “dos civilizados dirigentes” discuten “en la tele educadamente” quien será el boludo que los seguirá exterminando.

Somos unos reverendos hijos de puta que no nos damos cuenta que, en realidad, con estas muertes, con estos olvidos nos estamos muriendo un poco todos.

O como dice Mempo después de ver, oler el Chaco profundo: “Al caer la tarde estoy quebrado, roto, y sólo atino a borronear estos apuntes, indignado, consciente de su inutilidad”